Vida y fugas de Fanto Fantini, de Álvaro Cunqueiro
Por Eloy Maestre
Vida y fugas de Fanto Fantini es una novela de ficción cuyo
protagonista es un “condottiero” (un militar al servicio de cualquier señor que
pagase por su espada), que vive en Italia en el siglo XV. Su autor es Álvaro
Cunqueiro, un gallego gran fabulador como ha demostrado en esa y otras novelas.
El autor
Álvaro Cunqueiro (1911-1981) es autor de extensísima obra en
gallego y en español. Trabajó muchos años como periodista en distintos medios
de comunicación gallegos, donde publicó centenares de artículos.
A lo largo de su carrera ha publicado novelas como Las crónicas del
sochantre, Un hombre que se parecía a Orestes y Las mocedades de Ulises.
Además de autor de novelas, Cunqueiro es conocido como poeta y
ensayista.
En Vida y fugas de Fanto Fantini, retrata un personaje imaginario
llamado Fanto Fantini della Gherardesca, en la colección Áncora y Delfín de
Ediciones Destino. Yo poseo la primera edición de 1972.
La obra
Fanto Fantini della Gherardesca es un personaje singular. Nacido en
1450 se convierte en condottiero, es decir un capitán con una hueste de
veintiocho montados a su mando, con los que sirve nada menos que a siete amos
diferentes en sólo dos años, tras lo cual pasó a servir a Venecia en tierra
firme y en las islas de Grecia.
Su caballo no es menos singular. De nombre Lionfante, es políglota
y habla siete lenguas, entre sus habilidades se encuentra la ventriloquía.
Cuenta además con un perro de nombre Remo a quien su amo llama siempre braco, y
un escudero nombrado como Nito. Remo escribe letras en la arena con un palo y
se hace comprender por ladridos que los humanos entienden.
La especialidad de Fanto son las fugas, de las que acomete varias
con éxito a lo largo de su vida.
Estilo
Su caballo y su perro son fenomenales, como Fanto mismo:
“Remo atiende voces en latín, da y porta la perdiz, y con una bolsa
al cuello, va por vino a la bodega, y lo elige él, oliendo en la pinga de las
billas. Sabe soplar el fuego en las acampadas nocturnas, y da la mano.” (pag.
39).
“Lionfante aunque entendía varias lenguas, siete entre germánicas y
latinas, y las medias vueltas en aragonés, no sabía provenzal…Dándole a oler
una prenda de un enemigo le sigue el rastro como perro.” (pag. 38)
“Lionfante, su caballo, le había dado las gracias al duque en
elegante latín, citando a Virgilio, y relinchando en griego, porque de alguna
manera los hexámetros homéricos tenían que estar presentes en toda épica
ocasión.”
En una de las fugas que definen su vida:
“Cuando Fanto Fantini se demostró a sí mismo que la fuga era una
<cossa mentale> se tranquilizó por completo. Sabía ahora que podía salir.
En realidad, sabiendo que la prisión era <una idea de una prisión> ya
estaba fuera”. (pag. 75).
“Fanto Fantini della Gherardesca comprobó una vez más que su cuerpo
cabía exactamente dentro del hexágono inscrito en una circunferencia que había
dibujado con tiza en el piso de la celda…tenía que concentrarse, no permitir
que entrase nada en su mente que no perteneciese al estricto mundo de las
realidades geométricas euclidianas.” (pag. 77),
Y en otra de las fugas, Fanto salta de un castillo al mar que batía
entre peñascos, siendo acolchado su salto por siete delfines colocados allí por
una niña: “Al alba, y todo discurrido por Safo, estaban dos delfines
enganchados a la proa de la gamela, como mulas a la carroza del cardenal de
Pisa, y dispuestos a tirar de la lancha hasta Chios, donde Fanto mandaba por
Venecia”. (pag. 98)
Lo insólito brota en cada línea de la narración:
“Tengo un amigo que fue de la policía, pero un día de servicio,
yendo disfrazado de sordo, para no fallar por las tiendas dejara el oído en
casa, y al regresar no lo encontró, que la suegra había hecho limpieza. Tuvo
que dejar la secreta.” (pag. 91).
Juicio personal
El título de Fanto Fantini remite de inmediato a fantasía y
fantástico. Siguiendo siempre el diccionario de la insigne María Moliner pueden
definirse de este modo:
-
Fantasear:
Forjar cosas en la fantasía.
-
Fantasía:
Imaginación creadora, o sea facultad de
la mente para representar cosas inexistentes; particularmente para inventar
seres y sucesos y crear obras literarias y de arte.
-
Fantástico:
Imaginario. Sin realidad. Estupendo. Magnífico. Maravilloso.
Finiquito fablando del autor quien fizo su fantasía por fabular el
fantástico Fanto Fantini, fantaseando felizmente. Como se ve, una orgía de efes
un tanto fantasmagórica y fecha con mucha fe, que diría un medievalista.
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