Sir Pelham Grenville Wodehouse, más conocido por PG
Wodehouse, fue un autor inglés de vida muy larga (1881-1975). Hasta los 30
llevó una existencia inusual, o al menos heterodoxa; nada que hiciera pensar
que algún día sería una gloria de las letras británicas. Una gloria un poco
golfa, porque desde muy pequeñito se manifestó irremediablemente escorado hacia
el más peligroso de todos los sentidos: el del humor. De hecho, el 'motto' que
eligió para uno de sus más famosos personajes recurrentes, el enternecedor
Stanley Featherstoneough Ukridge, basado según las peores lenguas (las de sus
amigos) en su propia personalidad, se le podría aplicar sin apenas faltar a la
verdad: 'Pobre, Vago y Optimista'.
No pretendo escribir una biografía de Wodehouse.
Para una urgencia, la de Wikipedia está bien (http://es.wikipedia.org/wiki/P._G._Wodehouse;
mejor la que está en inglés), y si ya queréis profundizar encontraréis docenas
en Amazon. Este preámbulo es sólo para exponer que hasta 1906 había escrito muy
poquito y en plan vicio oculto, a deshoras, robando tiempo al sueño y los fines
de semana. En 1906, con 25 recién cumplidos, le publicaron su primera novela de
una cierta extensión, 'Love among the chickens' (en España, 'Amor y Gallinas').
Desde ahí dejó de ser un aficionado con escasas esperanzas, para volverse un profesional
de futuro discutible pero que al menos podía pagarse las facturas de lo que
sacaba con la Underwood (tres años después pegó un discreto braguetazo que
acabó de resolverle la intendencia, pero esa es otra historia). Wodehouse
escribió casi hasta su muerte, y siempre con éxito. Sus novelas, sin apenas
excepción, son impecables máquinas de hacer reír, sobre todo en su tiempo,
cuando las fuentes externas de la sonrisa y la carcajada no despreciaban al
humilde papel impreso. Ya sé que hoy lo habría tenido difícil frente a genios
del calibre de Chiquito de la Calzada, pero hablamos de una época donde la
humanidad aún no se había vuelto imbécil; al menos, a la hora de sonreír.
El precio que pagaba Wodehouse por sus perfectos
artefactos era privarles de toda emoción. Te mondabas de risa, pero no te
enternecías (ojo: creo haber leído todos los libros que publicó, gracias,
supongo, a comenzar muy prontito, a eso de los 11 años); en 'Amor y Gallinas',
sin embargo, aún no dominaba esa implacable maestría, de modo que a cambio de
reírte un poquito menos sí te podías emocionar, tanto si eras un niño de 11
años como uno de 65 que la relee para desintoxicar. 'Amor y Gallinas' es una
obra casi única en la producción de Wodehouse, pues ante todo es una historia
de amor. Un amor muy enternecedor, el de un joven escritor con una sola obra
publicada (de poco éxito) y una misteriosa e inaccesible beldad irlandesa que
veranea, como él, en un delicioso pueblecito del Devonshire que, si hay suerte,
este verano volveré a visitar, en la búsqueda imposible de mis fantasmas
privados.
La trama es sencilla, se desarrolla sin sobresaltos
y acaba en boda insinuada, como no podía ser de otro modo en los tiempos que
corrían (hacia el final de la primera belle époque, hace nada menos que 107
años), aunque por en medio Wodehouse desliza su alter ego literario, el bendito
Ukridge, que fiel a su 'motto' es el que corre con el trabajo de arrancarnos
las carcajadas.
'Amor y Gallinas', en general, es una obra capaz de
hacer soñar a todo aquel que aún no disfrute un cerebro debidamente
anquilosado. Sí aún sufrís el deplorable vicio de soñar con los ojos abiertos
haréis bien si corréis a buscarla (está disponible para Kindle). Si no es así,
si ya sóis venerables y solemnes caballeros a salvo por completo de retroceder
mentalmente, siquiera unos minutos, a los deplorables tiempos adolescentes, ni
os molestéis.
Aunque sería una pena.
Portada de una de las primeras ediciones británicas |
Portada de la primera edición española |
Las portadas me recuerdan las portadas de Las travesuras de Guillermo, de Richmal Crompton.
ResponderEliminarCuando tenga menosm lectura atrasada te lo pido en pdf.
Por cierto ahora los pdf´s los imprimo en una copistería 2 céntimos por página y por 4E tienes doscientas páginas en formato Din A 4 que es muy cómodo de leer. En pdf me cuesta mucho leerlo.
Muchas gracias por el ofrecimiento.
El truco para leer en .pdf con razonable comodidad es aumentar con la función Zoom el tamaño de la letra. Si la pantalla de tu PC es de 15" o más puedes leer con la misma comodidad que los titulares de El País
ResponderEliminarAlfonso